‘Fuego Salvaje‘, más que un título, es una actitud. Desde una sensibilidad tan arriesgada como cualquier deporte extremo, Wilbur nos presenta, a corazón abierto, una historia real y arrebatadora. Una invitación a mirarnos en el espejo de lo patético y a aceptar que no somos ni tan guapos, ni tan flacos, ni tan gordos, ni tan inteligentes, ni tan normales…
Un viaje iniciático que trata sobre la reconquista del ser y del propio cuerpo, una lucha de titanes entre el personaje, Wilbur, y la persona, Víctor Ortiz de la Torre; un cara a cara entre un payaso de hombros caídos y «cuerpo escombro» que acepta profundamente ser quién es y un gimnasta de alta competición, guapo y ex millonario, que aún presume haber sido campeón de España durante la década de los 90.
Todo lo que uno pueda imaginar que va a suceder en ‘Fuego Salvaje‘, no va a suceder: este show rompe con todas las expectativas posibles. No es un espectáculo peligroso, sino brutalmente revelador, cruel y amoroso.