Una fila de focos se apila entre la batería, las guitarras, los cables y los amplis en su local de ensayo de Pentasa. Allí, A Sako trabaja en la presentación de su nuevo disco el 17 de marzo en la sala Andén 56. Lo que antes era una mesa de centro para dejar cosas, ahora está ocupada por la mesa de mezclas que usarán para el concierto. Se preparan para una de las noches más importantes de su carrera y han puesto muchas cosas en juego: cuatro años de esfuerzo, ingresos personales, horas de trabajo…
Un local plagado de posters de viejos conciertos, en el que paran un rato sus ensayos para tomar una cerveza y charlar sobre su nuevo proyecto, ‘Hasta que las voces griten‘. También sobre lo que significa para un grupo pequeño montar una gira y lo que supuso la pandemia para la banda de punk-rock burgalesa formada por Christian Barbero (voz y guitarra), Pablo Santamaría (batería), Jaime Gómez (bajo) e Iván San Miguel (guitarra).
“No vamos a sacar disco”, así anunciabais en vuestras redes sociales que no ibais a sacar vuestro disco completo, sino que ibais a ir desvelando single a single, ¿por qué está decisión?
Christian: Tiene una parte de obvio y otra de estrategia. Esto es una cosa que nos propuso nuestro manager, Álvaro, que viendo nuestra forma de ser y cómo concebimos nosotros el grupo, creía que podría ser una buena idea.
Tú hoy en día, cuando sacas un disco entero, es más probable que ese disco se quede un poco en el olvido. Hay gente que saca discos y al mes ya no tienes nada de material. No solo para sacar cosas nuevas, sino para seguir generando contenido en redes sociales, que para nosotros eso también es importante. En las redes intentamos generar siempre contenido, enseñarlo todo y estar lo más al día posible.
Si sacábamos las canciones de poco en poco, primero la gente podía disfrutar de todas las canciones sin necesidad de tener una hora de su tiempo para escucharse un disco entero, que no todo el mundo lo tiene. Y un CD hoy en día tampoco hay reproductores donde escucharlo. Entonces es más fácil que la gente tenga tres minutos al mes que cuarenta.
Vamos a ir sacando las canciones de poco en poco para asegurarnos de que todo el mundo las escucha, porque nos ha llevado mucho trabajo y las tenemos mucho cariño y queremos que se escuche todo. Es una pena que eso se pierda. Siempre al final estás sacando cosas y eso es lo que mola.
El problema es que cómo sales a tocar, haces una gira, una presentación del disco, si no hay disco.
Pablo: Esa era la parte negativa.
Christian: Claro, esa era la parte que había que suplir. Nosotros queríamos tocar.
Pablo: La gente quiere ir a los conciertos sabiéndose las canciones, obviamente.
Christian: Es un poco raro que presentes un disco sin disco. Entonces para la gente que viene a los conciertos, Álvaro nos dijo: “podemos darles con la entrada el disco entero, para que se lo escuchen y hagan con él que lo quieran”. Si tú estás dispuesto a venir a vernos, es porque apoyas nuestro trabajo, cómo no te vamos a recompensar por ese esfuerzo de venir y apoyarnos. Así que te damos el disco, haces con él lo que quieras y así lo tienes aprendido y funciona un poco como una recompensa.
Pablo: En realidad, vamos a sacar single a single, pero también está disponible para quién quiera disfrutarlo y venga a un concierto.
“Yo era la oveja negra. No lo veía porque cómo vas a ir a una presentación de un disco sin ese disco.”
¿Vosotros personalmente preferiríais sacar el disco entero o estáis cómodos sacando single a single? ¿O creéis que esto pervierte la idea de disco completo?
Pablo: La idea era sacar el disco entero. Pero, de repente un día, nos lo propuso el manager y yo era el que más negativo estaba en ese aspecto.
¿Qué te hizo cambiar de opinión?
Pablo: Todo, reflexionar sobre ello.
Christian: Nos llamamos, estuvimos ahí dos días los cuatro pensando.
Pablo: Yo era la oveja negra. No lo veía porque cómo vas a ir a una presentación de un disco sin ese disco. Luego vimos la posibilidad del disco privado y que era fácil hacerlo. Si está solventado esa parte negativa, que era la única parte mala que yo veía, pues adelante.
Christian: Al final, para la gente que le mola lo que haces todo sigue igual. Si a mí gusta una banda, yo voy a tener el disco de esa banda porque confío y quiero que se siga haciendo. Por esa parte no hay nada nuevo, pero para la gente que nos descubre, lo que es el público general, sí que se va a hacer de esa manera.
Yo por mí parte, escucho discos completos, yo los quemo. Me cuesta escuchar discos que me gustan, pero cuando encuentro uno, estoy dos meses que no paro. Y eso también molaba, era como cuando teníamos un VHS en casa que nos veíamos La Sirenita treinta siete veces. También tengo esa parte yo de purista, pero al final tampoco perviertes la música.
Tú al final haces música, que quieres que la escuchen, que la disfruten como tú la has hecho. Yo hago una canción y quiero que la escuchen porque para mí es importante. En ese sentido, ¿cuál es el problema? Si es lo que se está haciendo. Sería un poco contraproducente que estemos todo el día subiendo cosas en redes, porque hay que estar en redes, y por otro lado ser tan tradicionales. Si vamos, vamos con todo.
Vuestro primer disco, ‘Discordia’, lo grabasteis en 2018 y ‘Hasta las que las voces griten’ llega cuatro años después, ¿qué habéis aprendido durante este tiempo?
Pablo: A tocar mejor el instrumento y a componer mejor. (risas)
No, ha sido una evolución. No tiene nada que ver el primer disco con este. Hemos evolucionado individualmente cada uno y como grupo tocando. Yo no te creas que llevo mucho tiempo tocando la batería, pero en grupo aprendes mucho.
El primer disco lo grabamos cuando llevábamos un año o dos como grupo. No había pasado tanto tiempo para que saliera justo lo que queríamos. Ahora estamos en el punto en el que estamos haciendo lo que queremos.
“Siendo claros, el grupo se podría haber ido a la mierda”
Para vosotros la pandemia fue un bajón, ¿cómo vivisteis esa época?
Jaime: Imagínate, después de tantos meses que habíamos estado con ‘Discordia’, que ensayábamos todos los días, a pasar a cuatro o cinco meses sin quedar si quiera para ensayar. Con un bajón de “¿qué hacemos? ¿Vamos a ensayar? No tengo ganas”, ya te habías acostumbrado a vivir en casa. La pandemia al final te para mucho y te obliga otra vez a empezar y arrancar y ver qué hacemos con el grupo.
Este nuevo disco suena mucho más duro que ‘Discordia’, ¿creéis que teníais cierta rabia acumulada por la pandemia y la habéis transmitido en el disco? ¿O ha sido una evolución natural?
Christian: Es un buen enfoque, podría ser.
Pablo: Este disco ha salido un poco de eso, de lo que teníamos dentro que tuvimos que sacarlo después de la pandemia, cuando pudimos volver a quedar. Habíamos pasado una época complicada tanto grupal como alguno personalmente. En el disco ha salido mucho de eso.
Christian: Siendo claros, el grupo se podría haber ido a la mierda. Por todo.
Yo tuve una época en la que estaba jodido y venía a ensayar y me iba igual que venía. Se había juntado todo, eh, no era por cosas del grupo.
Todos pasamos algún momento difícil en la pandemia.
Christian: Sí, en la pandemia y luego cada uno con sus cosas. Yo eso lo veo cuando escucho el disco, sí que veo ese momento y ese resurgir. Ese momento de decir vamos a seguir con el grupo.
Veo como una especie de burbuja en la que nos hemos metido de decir: “vamos a hacer esto porque merece la pena y nos ayuda”. Dije me voy a apoyar en mis amigos, me voy a apoyar en lo que hacemos y ha salido eso, y eso sí que lo veo.
Entonces puede ser que haya ahí parte de rabia, parte de tristeza, de alegría. También porque ha sido mucho tiempo entonces ha pasado de todo.
De hecho, antes de la pandemia estabais preparando una gira y tras el primer concierto en Gijón el 7 de marzo de 2020 llegó la pandemia, ¿qué supuso esto para vosotros?
Pablo: Estábamos con todo el hype con ganas de seguir girando y, de repente eso, de cien a cero.
Christian: Al principio de la pandemia no estábamos pensando tanto en el grupo, sino en el cristo que había montado.
Pablo: Tampoco sabíamos cuánto iba a durar.
Christian: Claro, cuando ya estaba avanzando la cosa. Que ya llevábamos un año.
Sí, que no remontaban los conciertos.
Christian: Claro. Además para una banda recién creada. Nosotros al final estamos aún creciendo y si no puedes tocar, que es lo que las bandas pequeñas necesitan…
“Ahora estamos en la incógnita de cómo vamos a llevar todo el equipo.”
Ahora os volvéis a lanzar a la carretera. Ya estuvisteis en Pamplona el 24 de febrero y el 17 de marzo tocáis en casa en el Andén 56, además de más fechas que ya tenéis confirmadas, pero ¿qué supone para una banda pequeña montar una gira?
Jaime: Un cristo toh guapo (risas).
Pablo: Es tiempo que hay que coordinar mutuamente entre los cuatro y cada uno tenemos nuestro trabajo. Mucho cristo porque es todo autogestionado. Hasta la iluminación que ves aquí en el local (la que llevarán durante la gira) es hecha por nosotros.
Christian: Llama a las salas, busca un grupo, busca una fecha, que te confirmen. Que te digan “esta sala tiene 400 euros de alquiler” y que digas: “¿Y de dónde los saco? Si voy igual no va a ver tanta gente porque voy un poco a darme a conocer.”
Ahora estamos en la incógnita de cómo vamos a llevar todo el equipo. Porque antes teníamos furgoneta, pero ahora, por circunstancias no, y en coches no nos cabe. ¿Qué hacemos? ¿Caravana de coches, gasolina…? Hemos reducido el equipo y ahora por suerte ya no llevamos amplificadores, vamos con pedaleras. Pero, esos son los problemas. Nosotros no tenemos furgonetas ni nada de eso, vamos con coches. Y ese es uno de los problemas que nos está surgiendo ahora, pero es lo que hay que hacer.
De hecho, no sois el único grupo que está girando ahora mismo en Burgos, tenemos a Memocracia o El Nido que también están en la carretera, ¿creéis que se está perdiendo el miedo a salir fuera de Burgos y a darse a conocer?
Pablo: Yo creo que sí. Sí que estoy viendo bastante movimiento últimamente.
En Burgos siempre ha habido bandas, pero si que es cierto que ahora están saliendo más a la carretera. Ya no solo a la carretera, sino incluso a tocar en el propio Burgos y que se les vea. Porque antes un grupo iba a tocar a una sala y no se publicitaba, era un poco más oscuro. Pero, si es cierto que ahora sí que estoy viendo más movimiento en las bandas locales.
Christian: Igual ahora hay más posibilidad de hacerlo. Con ese parón que hubo, no sé, la gente está más hambrienta de conciertos.
¿Creéis que la pandemia ha podido influir en los grupos para querer tocar más?
Pablo: En nuestro caso yo creo que no.
Christian: Nosotros hemos tenido ganas de tocar siempre.
Pablo: Para nosotros es más por el nuevo disco.
¿Y en general?
Christian: En general puede ser. Pero, claro, habría que preguntar uno a uno. (risas)
Este viernes concierto en casa, presentación del nuevo disco, además os juntáis con Eslabón y Memocracia, ¿qué supone este concierto para vosotros?
Jaime: Es un concierto importante porque la última presentación, y hablo en nombre de todos, fue apoteósico para nosotros como experiencia personal. Porque es un concierto en el que ves a tanta gente, te lo estás pasando tan bien, que no quieres parar de tocar nunca. Puedes estar horas y horas tocando.
Creo que este viernes va a ser si no igual, mejor. Mejor porque sabes con quién estás tocando, la gente que va a ir, cómo te lo vas a pasar, además ya tienes un pelín más de experiencia y yo creo que nos lo vamos a pasar fenomenal.
Pablo: Es plasmar todo el trabajo que llevamos haciendo durante estos años.
Christian: Son más ganas que nervios. La anterior era más nervios, porque era la primera vez.
Pero, a ver, ahora ya has visto el cristo (refiriéndose a todo lo que tenían montado en el local: juego de luces, amplis, mesa de sonido, etc.), ahora nos jugamos más cosas. Porque vamos más preparados y pueden fallar más cosas. He pasado de estar super nervioso a tener unas ganas que alucinas. Por fin todo el trabajo va a enfocarse en una noche en la que nos lo vamos a pasar de puta madre.
El viernes 17 de marzo A Sako presentará su disco ‘Hasta que las voces griten’ en la sala Andén 56, lo harán acompañados de Memocracia y Eslabón. Consigue aquí tus entradas para el concierto.