

Ayer finalizaron las fiestas de San Pedro y San Pablo 2024 con el concierto de Raphael y el desfile y espectáculo piro-musical celebrado en el barrio de Capiscol. Unas fiestas que llegaban este año con grandes novedades. La principal, el estreno del calendario fijo de siete días, sustituyendo a los diez días anteriores.
Además, se tratan de las primeras organizadas por el bipartito de PP y Vox, ya que el año pasado la alcaldesa firmó el cargo pocos días antes la celebración de las fiestas. Unas en las que el Ayuntamiento de Burgos ha cometido grandes errores, como la cabalgata nocturna, pero también grandes aciertos, como el nuevo escenario situado en el Paseo de Marceliano Santa María.
Tras vivirlas desde dentro vamos a intentar desgranar lo mejor y lo peor de estas fiestas. Un análisis de los fallos y errores que hemos podido vivir durante estas celebraciones.
Los aciertos de las fiestas de San Pedro y San Pablo 2024
Música y gastronomía local en el Paseo Marceliano Santa María
Sin duda, el mayor acierto de las fiestas de este año ha sido el nuevo escenario de los Cuatro Reyes. Un espacio por el que han pasado diferentes bandas locales con una programación prácticamente ininterrumpida animando tanto las mañanas como las tardes. Artistas de todo tipo tanto con propuestas propias como con versiones y cover de otros artistas.
Además, ha sido un escaparate para algunos de los músicos emergentes más prometedores de la escena local como son Eugenia, Nacho Pistacho, Irade, Old Viejo o Cinnamon. Eso sí, el año que viene estaría bien que aparecieran estos conciertos en el programa oficial de fiestas.

Uno de los mejores carteles de conciertos que recordamos
Tampoco nos podemos quejar del cartel de artistas de este año. Variado, para todos los gustos y con artistas de primer nivel como Ana Mena, Raphael, La Pegatina o La Oreja de Van Gogh, que ofreció uno de los conciertos más multitudinarios que se recuerdan en Burgos.
También hubo espacio para los amantes del indie más veteranos con León Benavente y La Habitación Roja, para los más rockeros con Los de Marras o Cala Vento; o para los aficionados al rap con Kami & R de Rumba, Sho-Hai y el ya tradicional concierto del trío burgalés formado por Victor Rutty, Rober del Pyro y DJ Kaef.
La música electrónica ha sido otro de los grandes pilares de los conciertos de este año. Con shows como el de Nervo, que conquistó el escenario céntrico de la Plaza Santa Teresa con un espectáculo de primer nivel. Por su parte, el público más joven de Burgos disfrutó de una gran fiesta con las sesiones de David Zelmar, Crisrax y Alvama Ice; y los no tan jóvenes pudieron hacer un ‘remember’ con el show de Molan los 90, a pesar de que tuviera que adelantarse por las posibles fuertes rachas de viento y lluvia.
El lanzamiento de bota
Desde su cambio de ubicación en 2022, una de las cosas que más han mejorado el inicio de las fiestas ha sido que el lanzamiento de la bota desde la Plaza Mayor, una vez finalizado el pregón. Este año, ha contado con la intervención de Carlos “Escueto” Sobera, pero, sin duda, ha conseguido darle un mayor ambiente festivo a este acto que da pistoletazo a las fiestas de San Pedro y San Pablo 2024.
Isla Fantasía, el espacio ideal para los más peques
Sin duda, el paseo de la Isla sigue es la ubicación ideal para la programación infantil de las fiestas de San Pedro y San Pablo. Un espacio amplio y con sombra ideal para que los niños y niñas puedan disfrutar de los diferentes espectáculos y teatros dedicados al público infantil.

Larga vida a las verbenas
No hay nada más inamovible que el repertorio de las orquestas. Canciones han transcendido para convertirse en himnos intergeneracionales. Y es que, tanto los más jóvenes como los más veteranos, corean juntos estos himnos de Rafaella Carrà, Estopa, Extremoduro, La Fuga o Fito y los Fitipaldis.
Y es que, las verbenas, siguen siendo uno de los grandes ejes centrales de las fiestas de Burgos. Aunque no hemos estado en todas, las que hemos podido ver han superado todas nuestras expectativas, por lo que entendemos a la perfección a qué se debe su éxito.
Los fallos de las fiestas de San Pedro y San Pablo 2024
Un botellón con carrozas
Sin duda, el mayor error de las fiestas de este año ha sido la cabalgata nocturna. Si ya por la mañana corría el alcohol entre los peñistas, por la noche se ha convertido en un macrobotellón andante. Una bajada de peñas, pero en la que había alguna carroza.
Carolina Álvarez, la concejala de Festejos, fue demasiado optimista al planificar que se bajase en dos horas desde Gamonal. Al final, fueron dos horas más las que necesitaron para acabar el desfile. Todo salió mal. La falta de previsión, el solapamiento con los fuegos y los conciertos, el exceso de alcohol.
Y es que aquí no hay mucho que pensar. O se cambia la filosofía del desfile, o seguirá siendo un acto para que los peñistas se diviertan y se lo pasen genial, pero que poco atractivo tiene para el público. Aunque, quizás, debe seguir siendo eso, una celebración de las peñas.
Una mascletá molesta e innecesaria
Aunque el desfile piro-musical fue un colofón de las fiestas diferente y que gustó a gran parte de los burgaleses, la mascletá tras el canto del Himno a Burgos ha sido una de las peores ideas de la corporación municipal.
Un espectáculo pirotécnico que hizo que se tuviera que parar, sin previo aviso, el concierto del escenario de los Cuatro Reyes y que ha sido duramente criticada por buena parte de la ciudadanía. Además, desde la asociación PROANBUR, dedicada a la protección de los animales, han vuelto a recordar el daños que estos espectáculos pueden causar en las mascotas, llegando a provocar infarto algunas de ellas.
Lo peor de todo esto es que esta mascletá ya se repensó y canceló el año anterior con buen criterio, por lo que no es sino un capricho de la nueva corporación municipal.
Una Feria de Tapas en constante decadencia
La Feria de Tapas sigue perdiendo calidad año tras año. Con precios similares a los de cualquier bar de Burgos y una calidad más que cuestionable en muchos de sus pinchos y propuestas gastronómicas, parece que si sigue manteniéndose, es por su ubicación privilegiada cerca del escenario principal de las fiestas.
Con lo bien que se puede comer en Burgos, es una pena que el estandarte gastronómico de las fiestas sea perritos calientes, platos congelados o pinchos de segunda.

Una feria de atracciones que no convence a nadie
Si a los siete días continuos de fiestas, les sumas la lejanía de su ubicación y los precios elevados, las barracas han quedado en el olvido de muchos burgaleses durante estas fiestas.
Sigue habiendo quejas por los vecinos ante esta nueva ubicación, pero esta vez también de los feriantes y de los burgaleses, y es que aunque nunca va a llover a gusto de todos, aquí parece que no llueve a gusto de nadie.
Que vuelvan los diez días de fiestas
Las fiestas han quedado desdibujadas ante el cambio de diez a siete días, pero lo peor de todo es que son las mismas de fiestas de siempre, pero sin esos días que servían de transición entre un fin de semana y otro.
En realidad, hay los mismos conciertos, las mismas verbenas o las mismas sesiones de fuegos artificiales que el año pasado. De hecho, la Feria de Tapas abrió el fin de semana anterior de fiestas y las barracas cerrarán casi una semana después.
Con este cambio se busca que las fiestas de Burgos sean atractivas para la gente de fuera, pero solo hace que olvidarse de la gente de aquí. Muchos burgaleses tienen que trabajar, otros viven fuera y solo pueden venir los fines de semana y otros cuantos han acabados agotados ante este ritmo frenético.
Quizás este ritmo acelerado se deba a que la festividad de San Pedro y San Pablo ha caído en sábado y que todos los actos: cabalgata, ofrenda floral, pregón se hayan celebrado durante el fin de semana. No obstante, seguimos sin ver los beneficios de este cambio, aunque si se empeñan en que sea así, tendremos que acostumbrarnos a disfrutar de las fiestas con prisas.