Al entrar al Teatro Principal nos reciben Alfonso Gutiérrez y Diana García, ellos conforman Simoneta. No están solos. Las bailarinas Uxue Elgorriaga, Ainhoa González, Raquel Núñez, Camila Di Aloi y Amaia Martínez (faltan Paula Bravo y Yuantao Gorriz) prueban con ellos posiciones sobre el escenario.
Juntos preparan los últimos detalles antes del estreno de ‘Un lugar seguro‘. Un espectáculo en el que, a través de sus canciones y las coreografías de las bailarinas, crean una atmósfera íntima donde poder expresarse libremente. De esta manera, conforman un todo en el que se muestran frágiles y vulnerables, en el que el público pueda conectar con ellas y acompañarlas en la construcción de ese espacio seguro.
Allí, en medio del escenario del Principal, nos reunimos en un corro donde conversamos sobre cómo han afrontado este espectáculo, cómo han creado este lugar seguro y cómo se ha construido y construye Simoneta.
Simoneta surge hace cuatro años cuando tú, Alfonso, decidiste dar un vuelco por completo a tu vida y carrera para empezar este nuevo proyecto. ¿Qué has aprendido durante este tiempo?
Alfonso: A tener paciencia (risas) A esperar y a no esperar, realmente, a hacer las cosas de corazón.
Y, ¿qué te ha aportado Simoneta?
Alfonso: Muchísimas cosas. Yo creo que Diana y yo no separamos Simoneta de nuestra vida, para nosotros es lo mismo. Es como una forma de ser mucho más abierta y mucho más natural. Solo nos ha traído cosas buenas, en lo artístico y en lo personal.
Diana: Desde que decidimos dar ese cambio a nuestra vida, Simoneta ha sido escuchar realmente qué es lo que nos apetecía hacer y de qué manera nos apetecía hacerlo e ir a por ello. Independientemente de que no sea lo que se lleve en ese momento o lo que el público demande. Pensando sobre todo en lo que a nosotros nos apetecía hacer.
Simoneta es como nuestra niña pequeña. Al final, se mezcla con nuestro día a día. No es que solo hagamos Simoneta, pero al final la tienes muy presente en todo lo que haces. Eso hace también que cada cosa que hagamos con ello lo sintamos como algo especial y que cuidemos mucho todo.
Alfonso: Tenemos otros proyectos que realmente funcionan “mejor”, pero esto era una apuesta de “esto lo vamos a hacer a nuestra manera 100%”.
¿Dónde ponéis alma y corazón?
Diana: En todo lo ponemos.
¿Es el proyecto especial?
Diana: Más que especial, yo siempre digo que Simoneta no es la que paga las facturas de la luz, pero es la que me paga la factura a mi corazón, a mi alma, a mi ilusión, a mi estar en la vida.
Alfonso: Es una apuesta. Yo sé que esto no es lo que funciona, pero es el camino que voy a seguir con Simoneta. Es un proyecto que musicalmente apuesta por la sencillez absoluta y también, emocionalmente, es muy bestia.
¿Por qué creéis que no funciona?
Alfonso: No es un proyecto que entretenga.
Me explico, sobre todo cuando vamos en dúo no es un concierto entretenido. Nosotros tenemos otros proyectos que entretienen, que la gente conoce las canciones o son canciones con más ritmo.
¿Y no creéis que hay gente que sí que puede conectar con Simoneta?
Diana: Sí, si haberla la hay, pero no es la gran masa. Si estas pensando “voy a estar cada fin de semana en un sitio diferente y con un montón de gente delante”, no. Lo que ha dicho Alfonso, no es un proyecto para entretener. Nuestro objetivo es que la gente que venga, no que sientan lo mismo que nosotros, pero que les haga sentir algo, que les haga pensar. No es solo entretenimiento puro y duro, que no estamos diciendo que eso no valga, pero esto no lo es.
Yo creo que la gente siempre busca más ese otro entretenimiento que venir a algo que a lo mejor me toca la patata, me hace pensar en cosas que hago de normal y que a lo mejor tendría que cambiar…
Alfonso: Yo me he subido mucho por la vía de lo se supone que tiene que hacer una banda, nosotros estamos totalmente al margen de eso. Este proyecto es un ejemplo. Las canciones van por otro lado.
Yo, por ejemplo, muchas veces digo que la danza es mi lugar seguro, pero también lo he pasado muy mal con la danza.
Este nuevo espectáculo en el que mezcláis música y danza, lo habéis titulado ‘Un lugar seguro’, pero ¿cuáles son vuestros lugares seguros?
Ainhoa: Yo creo que el lugar seguro de cada uno es tan propio. También puede ir cambiando según como te vayas encontrando tú con la gente con la que te vayas cruzando en tu vida, la situación en la que te encuentres. Yo, por ejemplo, muchas veces digo que la danza es mi lugar seguro, pero también lo he pasado muy mal con la danza.
¿Puede ser contradictorio?
Ainhoa: Claro, puedes encontrar tu lugar seguro en cómo te vayas encontrado, la gente con la que te rodees, la ciudad en la que estés, la situación de cada una… Yo creo que es algo muy propio, me lo preguntas hoy y te digo una cosa y mañana igual te digo otra completamente diferente. Al final está dentro de cada uno, tu lugar seguro lo creas tú.
Raquel: Yo creo que es construir tu imaginario, lo que para ti es algo seguro. Y lo bueno es que es cambiante, cada momento de tu vida es una etapa. Hoy es esto y mañana es otra cosa distinta. Eso es lo guay de este proyecto que al final tu muestras tu lugar seguro, en el momento que es.
Alfonso: ‘Un lugar seguro’ para todas es una búsqueda de ese lugar seguro
Diana: Es una búsqueda y también es un crecimiento personal. Cuanto más seguro me encuentre yo, más seguridad voy a dar, voy a mostrar.
Ainhoa: Al final subirte a un escenario y mostrarte tal como eres con la gente te crea un poco de vulnerabilidad. Encontrar ese lugar seguro en esa vulnerabilidad para mí es tan real. Cuanto más real y más natural seas con el público más vas a crear un lugar seguro.
Uxue: Cuando ves a alguien que está tranquilo, que está siendo tan él mismo, dices: “Vale, él está tranquilo, está confiando en lo que está haciendo y dónde está, yo también puedo hacerlo”. Te crea esa tranquilidad.
Sobre todo, esa conexión entre bailarín y espectador suele ser muy importante. Hay gente que no lo ve así, pero es la realidad.
Raquel: Sí, es darle ese espacio de juego. Yo empecé el viaje, pero tu me acompañas.
Alfonso: El normalizar esa vulnerabilidad, fragilidad. A la persona que lo hace le tranquiliza, pero a la persona que tienes enfrente también.
Buena reflexión (Risas)
Alfonso: El espectáculo va muy por ahí. Van saliendo las piezas, van mostrando cómo son y luego las piezas empiezan a encajar.
No es la primera vez que trabajáis con la danza, de hecho ya lo hicisteis en el proyecto ‘Deshaciendo nudos’, en el que danza y música eran una herramienta para trabajar la inteligencia emocional.
Diana: Sí, ahí es cuando nos conocimos.
Cuando hicimos ‘Deshaciendo nudos’ nos quedó tan buen sabor de boca de lo que allí surgió que nos daba pena dejar eso en algo que es una vez y se acabó. Entonces nos pusimos en contacto con Ainhoa, le contamos un poco la idea. Al final es la evolución de ese ‘Deshaciendo nudos’, de ahí surgió ‘Un lugar seguro’.
Alfonso: ‘Deshaciendo nudos’ fue un taller de inteligencia emocional a través de nuestras canciones que acabó en una colaboración de un concierto bailado. A partir de ahí, que lo digan ellas, pero esa semana pasaron cosas.
Uxue: Fue una semana de conexión, de sentirnos libres y de poder expresar algo que a veces decíamos: “Lo guardo para mí y que nadie lo vea.” En ese momento era como que todos estaban tan dispuestos a soltar lo que tenían dentro que yo también. Si él me está dando lo que es, yo también le voy a dar lo que soy.
Si no has escuchado nunca Simoneta, y ves el espectáculo, crees que son canciones hechas para él.
¿Cómo ha sido el proceso creativo? ¿Ha sido fácil conectar las canciones con la danza?
Ainhoa: Lo que hicimos en un principio fue escuchar cada canción, una por una, y al acabar cada canción decíamos lo que nos había trasmitido, lo que nos habíamos imaginado en nuestra cabeza, cada una su historia. Luego ellos nos daban su propia historia, de dónde había salido.
Al final, son canciones muy reales. Porque son canciones que han escrito porque de verdad les ha pasado. No es como si se lo hubieran imaginado en su cabeza, sino que de verdad les ha pasado todo lo que dicen. Entonces conectas más rápido porque son letras que a ti te llegan. Si te paras a escucharlas, alguna te va a llegar de alguna manera porque algo te ha pasado parecido.
Nosotras estamos acostumbradas a contar con el cuerpo, no con la voz. Entonces cuando a mi me llega algo, expresarlo bailando es mucho más fácil.
¿Fue algo bastante natural?
Uxue: Sí, además, como las letras hablan de un lugar seguro, el trabajo en el proyecto ha sido un entorno muy seguro. No se ha hecho difícil aplicar todo nuestro imaginario de danza a todo lo que contaban.
Alfonso: Lo hablábamos antes entre nosotros. Si no has escuchado nunca Simoneta, y ves el espectáculo, crees que son canciones hechas para él. Todo tiene sentido. No es “unas bailarinas que bailan las canciones de estos chicos”.
Para este show os acompaña la chelista Elisa Tejedor. También ha colaborado con vosotros el músico y productor Samuel Peñas, y es que siempre habéis estado abiertos a colaboraciones con este proyecto, ¿qué ideas tenéis para el futuro?
Diana: Pensado de: “esto es lo próximo que vamos a hacer”, no hay nada.
Alfonso: Pero, sí, Simoneta al final es muy permeable para nosotros. El tema de la danza, esto no es un concierto de se hace y ya está. La idea es girarlo.
Diana: Sí, nos encantaría poderlo girar, poderlo mover y que no se quedara solo otra vez en un día y ya.
Alfonso: Es un proyecto que nos gusta compartir con otra gente a la que admiramos. Tocar con Elisa es una pasada. Más aquí, que no es un concierto al uso, no solo porque sea bailado, sino porque hay partes en silencio, partes que tienen batería, que en Simoneta nunca ha habido. O compartir con Samu, tiempo, furgoneta, eso es un placer. Que él sigue estando en Simoneta, pero ahora es nuestro técnico de sonido.
Nuestra idea es seguir colaborando.
Diana: Como ha dicho Alfonso. No es que estemos abiertos a cualquier colaboración, no. Porque tiene que haber una conexión con esa persona porque te gusta el trabajo artístico que hace, ya sea pintura, cantante de ópera o la cosa más loca que te puedas imaginar. Igual que ahora hay una batería, igual dices “me cuadra que haya una orquesta de no sé cuanta gente.”
Aún no habéis sacado vuestro primer disco, ¿para cuándo?
Diana: No sabemos. Eso sí que es una tarea pendiente que tenemos Alfonso y yo.
El directo nos encanta, hacer cosas diferentes, en espacios raros o de maneras que no se hayan hecho antes o que no sean lo habitual, pero, el hecho del formato que ya se va a quedar para siempre grabado ahí… Le estamos dando muchas vueltas a cómo hacerlo y que quede como nos gusta y que sea algo atemporal que lo escuche ahora o dentro de cinco años y me siga gustando. Y claro, eso es muy complicado.
Alfonso: Más que músicos, nosotros nos consideramos gente que escucha muchos discos. Tenemos un club de escucha, en la radio hablamos de discos, nos gusta mucho escuchar música y le damos mucha importancia al formato de disco que ahora se está perdiendo un poco. El disco físico, el orden de las canciones, el contexto que tiene el disco, le damos mucha importancia.
Yo, que soy un perturbado de estas cosas, no estoy satisfecho con lo que conseguimos en una grabación. Incluso le estamos dando vueltas a diferentes formatos, sacar como dos versiones de cada canción. Una versión más con banda estándar de teclados, bajo, guitarra, batería y algo más con cuerdas o algo así.
Estamos dando vueltas, pero en cuanto das al botón y ves el REC…
¿Le tenéis miedo?
Diana: Más que miedo, respeto. Respeto y encontrar la manera de hacerlo. No hemos dado con la tecla todavía.
Ya daréis con ella.
Diana: Sí, por nuestro bien mental sobre todo. (risas)
Alfonso: Es eso, defendemos el estar a gusto y al final si una grabación es algo tortuoso, pues mejor dejarlo. Que se ha intentado, pero no se ha conseguido.
Para terminar, ¿por que deberíamos venir a ver ‘Un lugar seguro’?
Ainhoa: Yo creo que puede aportar muchas cosas. No es como “va a terminar y me voy a ir a casa a meterme en la cama a llorar”. Es un proyecto que, como espectador, te sientes parte del espectáculo porque te incluimos constantemente. Para mí es crear, entre toda la gente que estemos en el teatro, un lugar seguro para ese día.
Amaia: Yo creo que también hay que estar un poco preparado. No es que vayas a venir al teatro a ver una obra, pasar el tiempo y ya. Entre la danza, la música, se va a crear una atmósfera muy concreta, muy frágil. Es una situación muy íntima que hay que estar un poco preparado para eso.
Diana: Es danza y música en continua unión. Vamos a ser piezas separadas, no porque sea danza y música por separado, sino que cada individuo somos por separado, pero luego terminamos siendo un uno. Un ‘uno’ que tiene muchas células dentro que son diferentes, pero que entre sí se entienden y hacen ese lugar seguro.
Uxue: Es una conexión nuestra, muy de grupo. La idea es que el público reciba también esa conexión. Que digan: “Me ha transmitido esto que me ha llevado a este lugar de este momento de mi vida o me ha recordado y me ha resonado aquí porque me acaba de pasar o le ha pasado a algún familiar.”
Camila: Estamos en una época donde estamos acostumbrados a ver cosas de pasada, que no las asimilas, ves cosas de entretenimiento que al final no se quedan. Creo que es muy importante el ir a un sitio y ver algo que realmente te atrape, te llene, te llegue y lo asimiles, y lo lleves a tu espacio y a ti mismo. Es una parte muy importante de esta obra.
Diana: Tienen que venir para disfrutar y sentir esto que nosotros sentimos y que tenemos tantas ganas de que ellos también sientan. También es entretenido, que estamos hablando de esto como si no entretuviera. A mí me parece algo entretenido que tiene un extra también. ¡Qué mejor que venir al Teatro Principal a vernos, no hay nada mejor!
Simoneta: ‘Un lugar seguro‘ se estrena el próximo sábado 1 de abril en el Teatro Principal. Recuerda que puedes conseguir aquí tus entradas para este nuevo espectáculo.