Expectativas
Solo por ver a bandas locales de estilos tan diversos tocando junto a la Joven Orquesta Sinfónica de Burgos, ya merecía la pena ir.
Durante
Nos faltó algo de potencia en el sonido del escenario principal, pero fue una experiencia única.
En retrospectiva
La gran pega del festival es que no se convierta en una cita anual en la agenda cultural burgalesa.
Desde la Asociación Parkinson Burgos han querido celebrar sus 25 años de trabajo en Burgos con un festival que, a pesar de la lluvia, convirtió el Recinto del Antiguo Hospital Militar de Burgos en un espacio de conciertos perfecto. Una certamen que contó con dos jornadas en las que la música fue el eje principal, pero también la celebración y la reivindicación tanto del talento local como de la solidaridad.
El viernes se esperaba lo peor cuando a las 19:00h de la tarde el cielo se tiñó de negro, los truenos empezaron a retumbar y comenzaron a sonar las alarmas. Por suerte, la lluvia dio un respiro y tras un pequeño retraso en los horarios publicaban desde su cuenta “¡Si el Parkinson no nos para, menos la lluvia! ¡Seguimos adelante!” y sobre las nueve de la noche comenzó por fin el festival.
Una primera jornada en la que pudimos disfrutar de la mejor música con bandas como los veteranos Eskorzo, con un sonido único. En total, tres escenarios con música ininterrumpida en la que también pudimos disfrutar de artistas locales como DEB, o bailar al ritmo del mejor reggae en el Sound System de Tatanka.
La música como excusa para unirse por una buena causa
El sábado todo empezó mucho mejor. Ante las lluvias del día anterior, el 25 Veces Gracias Burgos amanecía con un día soleado y marcado por el calor. Una temperatura ideal para poder disfrutar del vermú y de una cata de vino organizada por el festival.
Un festival que comenzaba desde mediodía y que se alargaría hasta la madrugada con música ininterrumpida. Los primeros en abrir la jornada fueron Trovadores de Castilla, que acercaban el folclore burgalés a los primeros asistentes del festival. A los que les seguirían Los Bengala o los logroñeses Messura, hasta que por fin llego el momento más esperado de la tarde.
Ese momento no era otro, que el concierto que ofreció la Joven Orquesta Sinfónica de Burgos con diferentes bandas y grupos burgaleses. Bajo la batuta de Pedro Bartolomé Arce, las bandas interpretaron varias canciones acompañados de la orquesta.
Propuestas tan diversas como la de Maloik, que conseguía fusionar el death-metal y el canto gutural de su cantante con el fondo orquestal. También se subieron al escenario algunas de las bandas locales más emblemáticas como Fetén Fetén o La Maravillosa Orquesta del Alcohol. Esta última elegía varias de sus canciones más míticas como ‘Colectivo Nostalgia‘, ‘Hay un fuego‘ o ‘Campo Amarillo‘, en la que David Ruiz, cantante y guitarrista de la banda, cantó en solitario con la orquesta creando uno de los momentos más emotivos de la tarde-noche.
También pudimos disfrutar del hip-hop a cargo de Ana Maes y Adrián Treceochenta y Los Intacahbles, que subían al escenario acompañados de varios músicos burgaleses, o el folk de Mario Andreu y el metal progresivo de Cheddar, aunque con algunos pequeños fallos en el sonido, ya que la voz de la cantante quedó algo deslucida.
Además de este concierto, se pudo disfrutar de Jamones con Tacones, que conquistaron al público burgalés con su pop-rock urbano descarado o del ska de Balkan Bomba que consiguieron animar la noche burgalesa. También destacar el concierto de la banda de folk-rock afincada en Miranda de Ebro, Noites de Rock e Meigas que hicieron bailar al público del festival y que aseguraron estar muy agradecidos por la oportunidad y el público burgalés.
Del festival 25 Veces Gracias Burgos cabe destacar la buena organización y las facilidades como lavabos, zonas de descanso y los ya habituales food trucks. Un festival familiar en el que también hubo espacio para los más pequeños con talleres o cuentacuentos, y que se convirtió en una auténtica celebración para conmemorar los 25 años de Parkinson Burgos y la importancia que tiene la música en esta enfermedad.