Goiko llevaba toda la vida produciendo música en solitario. Pero, hace más o menos un año, decidió unirse al músico Daniel Varona para formar Old Viejo, una banda que busca continuar con su anterior proyecto más personal.
Este sábado 28 de octubre presentan su primer álbum ‘De 10 en 10‘ en la sala IECUA. Un álbum que ellos mismo definen como “soul psicodélico“, con una mezcla de estilos que abarca desde el jazz hasta el hiphop pasando por el rock de los años 60.
Hablamos con Goiko, cantante, compositor y productor de la banda, sobre cómo surge este nuevo proyecto, lo que significa cumplir 30 años y sobre cómo se pasa de la habitación dónde hacen su música al directo.
Con Old Viejo dejas atrás tu proyecto en solitario como Goiko y te unes con Daniel Varona en la producción y con Wise y Daniel Batakas para los directos, ¿a qué se debe todo este cambio?
Yo vengo del hiphop, del rap y del soul, de todos estos géneros. Algo tan personalista no tenía sentido. Al final estaba haciendo el ridículo porque estábamos en directo y decía: “Hola, somos Goiko y yo soy Goiko”.
Con Old Viejo pasa a ser algo no tan personalista, sino más de grupo. Aunque la música la sigo componiendo y grabando yo, con la excepción de que Varo mete mano. Y es que Varo es un genio que ha aportado su granito de arena y ha hecho que suene mejor todo.
¿Qué ha significado para ti que entre Varo? ¿Qué ha aportado a la producción?
Sobre todo una segunda opinión. Un: “Oye, ¿y si pruebas esto?”, “¿Y si le das una vuelta de tuerca más a esto otro?”. También ha grabado un par de bajos y guitarras, alguna cosa de ecualización. Tiene muy buen oído y muy buen gusto, es un plus. Es como un especie de orégano que le he echado por encima.
Al principio, a mí me daba mucho respeto, porque yo no he hecho música con nadie, excepto con mi primo que es un maldito genio. Para mí fue todo un reto, pero el resultado salta a la vista que es muy bueno.
¿Te ha gustado la experiencia? ¿Te gustaría o crees que podrías colaborar con más gente o eres más selectivo?
Colaborar con otra gente, no es que me esté muriendo de ganas por hacerlo. Yo seguiré haciendo música, solo o con Varo, no es algo que me preocupe. Yo sé qué música voy a seguir haciendo, pero con Varo mejor que mejor porque con este proyecto estoy super cómodo con él, pero si no se puede se hará solo.
Hace más o menos un mes lanzabais “De 10 en 10”, es un disco con un sonido moderno, pero que tiene ese sonido retro y que combina muchos géneros. ¿Cómo definirías vuestro estilo?
La manera más fácil de definirlo es soul psicodélico.
Tiene mucho de soul, entendiendo soul del mismo modo que se utiliza la palabra rock para definir un montón de estilos.
Para mí el soul define muchos estilos dentro de la música afroamericana. Desde el jazz hasta el hiphop pasando por el reggae, el blues, el rhythm and blues, el bebop. Todos los estilos que te puedas imaginar en música negra están un poquito comprimidos ahí.
Y la psicodelia. Entendiendo la psicodelia como la parte del rock de los años 60 que se dedicó más a explorar nuevos sonidos, nuevas progresiones armónicas. Precisamente eso, es bastante complejo a nivel melódico. Es el punto de encuentro entre esos dos estilos.
Tampoco digo que haya creado algo nuevo porque en Estados Unidos sí que es algo que está por todos los lados, y aquí en España empieza a estar.
Pero, por resumirlo, yo diría eso soul psicodélico, pero tampoco es exactamente soul ni psicodelia.
Al final habéis cogido un poco de aquí y de allá.
Sí, al final todos los músicos hacen eso. Lo que pasa es que algunos tienen la suerte de estar más definidos en un estilo. Pero al final un músico hace lo que ha oído. Todo lo que te ha influenciado acaba en tu música.
En nuestro caso, como hay tantas cosas que han influenciado Old Viejo, no sabes definir exactamente lo que es.
“De 10 en 10” es un álbum que habéis autoproducido en casa y que tiene ese sonido lo-fi, de baja fidelidad. ¿Cómo ha sido el proceso para dar con ese sonido tan particular?
A día hoy tú puedes sacar desde casa un sonido de estudio profesional, eso no es un impedimento. Pero, formo parte de una generación que hemos crecido admirando el vinilo y escuchando cosas viejas, a pesar de estar rodeados de música de alta fidelidad.
Al final vas buscando eso. Coger unos sintetizadores puros y destrozarlos hasta que suenen a viejo. Con la voz lo mismo, te ha salido muy limpia, pero coges y la ensucias; y si no te ha salido sucia de primeras te buscas tú tus cacharros para poder ensuciarla.
Pero, luego, los bombos y bajos sí que nos gusta que estén ahí bien presentes, bien petados.
Para la estética sí es verdad que me gusta ese aspecto viejuno. Que para mí ya es normal, yo lo escucho y suena absolutamente normal. Pero, otra gente sí que me dice “esto suena a viejo de cojones”, pero para mí no es problemático, al revés, suma.
En “De 10 en 10”, canción que da nombre al disco, el estribillo dice “Ahora los años pasan de diez en diez”, y habla sobre cómo, a medida que te haces mayor, la vida pasa más rápido, ¿es un disco hecho desde la nostalgia?
No, la verdad es que no. Sí que es cierto que es un disco un poco conceptual. Va en torno a lo que se le puede pasar por la cabeza a una persona que está en los 30 y que ve cómo van cambiando las cosas. Ya estás curado de espanto, sigues teniendo decepciones, pero cada vez las ves más venir.
Sobre todo, cuando estás hablando con amigos, las cosas ya no son hace un año o dos. Ahora es hace diez años, hace diez años de casi todo. Por eso lo de que parece que los años pasan de diez en diez.
No es como: “Ah, mira que viejo soy”, sino experiencia de la vida. No es por sentirme viejo ni nada por el estilo.
¿Crees que Old Viejo es tu crisis de los treinta?
Esa es muy buena (entre risas). No, la verdad es que no he tenido crisis de los treinta. Yo he llegado a los treinta y me tienen que recordar mi edad, si no, no me siento especialmente viejo.
Yo te lo pregunto por si acaso, ya sabes que hay gente que se apunta al gimnasio, que deja de salir tanto, igual Old Viejo era eso que querías hacer a los treinta.
No, de hecho, no ha sido algo muy preparado. Sí que es cierto que me impulsó un poco cuando falleció mi padre. Fue un revulsivo que me hundió un poco, pero luego empecé a juntarme con Varo para hacer música y me subió para arriba.
La perspectiva de la pérdida de mi padre, que era músico y yo le enseñaba todos mis temas, también fue un empujón. Fue como otro hito más que marca el paso del tiempo que, de hecho en la canción “De 10 en 10” que titula el álbum, le hago un pequeño homenaje al final diciendo unas palabrillas para él.
En este álbum jugáis mucho con los sonidos y en una entrevista contabais que habías hecho primero el disco y luego lo vas a pasar al directo, que igual es un poco como tirarte piedras contra tu propio tejado. ¿Cómo está siendo este proceso?
Es fácil y es complicado.
Es fácil porque ya está hecho y está plasmado, entonces es muy fácil tirar de la referencia. También en cuanto a que ni Wise ni Dani han tenido que estar pringados grabando ni haciendo nada porque no era pertinente.
Pero, por el otro lado, es muy complicado porque tienes que aprender algo de cero. No es algo que tú hayas creado previamente. En mi caso y en el de Varo sí, pero para ellos no.
Entonces hay un proceso muy largo de estudio, a pesar de que el disco lo planteé en vistas a la formación actual y pensando en los sintetizadores que utiliza Wise, pero, claro, hay que hacerlo.
Ha sido complejo, pero según vaya pasando el tiempo, más se irá asentando el directo. Yo ahora mismo estoy muy contento.
El disco trasmite buen rollo, ¿creéis que para hacer buena música hay que disfrutar haciéndola? Porque también se os nota que disfrutáis con el proyecto.
La falsa modestia la verdad que no va conmigo. No voy a decir que me ‘autoflipo’, pero es cierto que cuando tú, y con más artistas que he hablado, haces un tema, eres el que más lo escuchas porque te gusta. Si no te gusta, coges y lo desechas.
Yo lo disfruto. Cuando terminamos el disco, Varo y yo estuvimos yendo juntos a escucharlo a mil sitios distintos lo escuchábamos y decíamos: “Bua, esto es la hostia”. Estábamos super orgullosos. Como un niño cuando ha terminado de hacer algo.
Al final es una buena señal que hagáis lo que os gusta. Si a ti te gusta ya es una escucha que has ganado.
Sí, ya tienes una escucha más en YouTube.
Este sábado presentáis el disco en la Iglesia Evangélica IECUA, ¿por qué os habéis decantado por este espacio? Porque no es el sitio habitual donde las bandas suelen ir a tocar.
No, pero estábamos buscando sitios en los que tocar y en Burgos tampoco hay tantas salas y las que hay tienen ciertas condiciones.
Dado que el batería, Dani Batakas, forma parte de esa comunidad y conocíamos la sala, lo propusimos a los chicos de Baliza, que es una asociación dentro de la iglesia que quieren hacer otros proyectos que no estén únicamente relacionados con la fe. De hecho, este concierto no tienen nada que ver con su fe.
Nos propusieron hacerlo y que fuera benéfico. Porque a nosotros lo que nos interesa es tocar en un sitio guay y que salga bonito, hacerlo con buen rollo. Nos pareció genial y dijimos: “para adelante”. Así podemos hacer una presentación que está más hecha a nuestro gusto. Estamos súper contentos porque hay buena comunicación, hay buen rollo.
Surgió por una necesidad de un sitio que estuviera bien, en el que hacer las cosas cómodos y que no hubiese más llantos, solo disfrute.
Old Viejo presentará ‘De 10 en 10‘ el sábado 28 de octubre a las 21:00h en la sala IECUA. Un concierto que tiene carácter solidario, ya que toda recaudación irá destinada a la organización sin ánimo de lucro La Casa Grande Benín, que trabaja en proyectos para niños y jóvenes en riesgo de marginación.
Puedes escuchar a Old Viejo en Spotify, Apple Music o en YouTube