Soy Mario presenta su nuevo álbum Ingreso Vital, un LP en acústico para el que ha contado con el productor Andrés del Campo. Este trabajo supone su segundo álbum en solitario tras la disolución de La Grúa, su anterior grupo. Un trabajo personal en el que Mario Martínez se sirve únicamente de guitarra y voz para hablarnos sobre el amor y el desamor, pero también sobre sentirse a gusto con uno mismo y hacer lo que uno quiere hacer.
Por ello, desde Burgos Moderno hemos querido hablar con él para saber más sobre lo que ha supuesto este trabajo para él, sus inquietudes como artista y sus futuros proyectos.
En 2021 lanzaste Guerra en la paz, y ahora decides sacar Ingreso Vital en acústico dejando de lado la guitarra clásica, ¿cómo surge este nuevo álbum?
Es una evolución natural. Primero hicimos el EP de seis canciones e íbamos a hacer otro EP de siete canciones para seguir con el mismo formato. Pero, a mi productor y a mí se nos ocurrió que era más moderna la guitarra acústica debido a un concierto que di en el Retiro con Radio Nacional de España. Nos gustó cómo sonaba y dijimos: “pues venga”. Entonces regrabamos todo y al final ha quedado el disco de 14 canciones. He sacado el disco físico, aunque no sirve ahora para mucho, pero ahí está.
Hay una cosa que llama mucho la atención del disco y es que está divido en capítulos y cada capítulo es un valor, ¿por qué?
Es una cosa muy chula. El nombre del disco es Ingreso Vital, y entonces con todo esto del marketing digital y todo esto te hablan de aportar valor, y dije: “¿qué es lo que estoy aportando yo con esta música?”. Entonces se me ocurrió algo bonito, como ahora en el urbano se usa mucho lo de los capítulos, coger más o menos el valor representativo o positivo de cada canción. Para mí son eso, pero para el que lo oiga puede ser otro. Hay un poco de todo, optimismo, rebeldía, libertad, independencia, amor, amistad…
En tus anteriores canciones hablabas mucho del amor, pero he notado que en estas nuevas canciones tratas el amor pero desde la libertad. ¿Ha habido una evolución en cómo compones tus letras o en tu forma de ver el amor?
Bueno… es también la adultez. Este disco es verdad que tiene pocas canciones de amor y desamor porque han salido así, pero es positivo todo lo que hay. Vas madurando, vas creciendo y vas entendiendo que si alguien se va también se lo está perdiendo esa persona. No es llorar por nada. Es un punto de vista distinto.
Hablas mucho de la libertad en varios temas.
Hablo de mucho de la libertad, de la realidad y de… no sé, había como tres palabras que salían mucho.
Por ejemplo, en la rapsoda de Luz de gas hablas de que tú ya eres libre y te das mucho amor propio a ti mismo, ¿es una declaración de intenciones?
Simplemente la canción de lo que habla es de aceptar lo que uno quiere y lo que uno es. A veces tenemos esa costumbre de, por agradar a otros, no hacer lo que de verdad nos llama nuestro corazón o no hacer lo que de verdad queremos. Yo es cuando digo que voy a hacer la música que quiero hacer, voy a cantar lo que quiero cantar, voy a ser de la manera que quiero ser y el que quiera quedarse que se quede y el que no quiera quedarse, que no se quede.
No es mi responsabilidad aguantar el “voy a hacer una música de un estilo porque es lo que demanda más gente”, no, hago la música que me sale del corazón. El que lo quiera ver, bien, y el que no, no. Igual que los temas que trato y lo que digo.
En este disco y en los anteriores has trabajado con Andrés del Campo. ¿Cómo ha sido el proceso creativo y de producción?
Entramos con una canción que es un boceto. Vamos metiéndole armonía, vamos mejorando la melodía y vamos grabando poquito a poco y va saliendo la canción. Como es un acústico es más sencillo porque son dos líneas.
¿Y cómo es el proceso de composición? Haces primero la letra, después la música…
Habitualmente lo hago a la vez. Hay estas tres vías: hacer primero la letra y luego meterle música, hacer primero la música y luego meter letra a partir de una melodía, y yo que lo hago a la vez. Voy haciendo la canción, lo que me va pidiendo y lo hago así.
¿Quién o qué te inspira para componer?
Me inspiran muchas cosas. Lo que va pasando, lo que voy sintiendo.
¿Y no hay ningún artista que te inspire?
No, la verdad que no… Ha habido una canción que he escrito ahora nueva. Leí la letra en La Figa el otro día, porque esta sí que he hecho primero la letra y después la música, y esa canción sí que ha salido tras ver el documental de Sabina en el cine. Conecté mucho con ese documental y dije voy a escribir una letra así.
Generalmente no pienso en ningún artista en concreto. Alguna vez sí que te viene alguna canción que has escuchado y estabas tocando y coges un poco una armonía parecida o algo así. Muchas influencias que van conectándose entre sí.
Antes formabas parte de La Grúa y el proyecto se disolvió y desde entonces has estado en solitario, ¿tienes pensado o te gustaría volver a formar una banda o participar en un proyecto más colectivo?
Ahí estamos un poco. Sí, a mí encanta hacer un banda de rock, me encanta tocar rock y me encantan los conciertos grandes. Ahora con la guitarra es todo más pequeñito, la gente salta menos, llora más y a mí me gusta el rock y me gusta la caña. Pero eso se irá viendo poco a poco lo que va pudiendo salir.
Ahora tal y como está el tema… el camino es estar en solitario. Si me acompañan músicos, bien. Pero el camino es seguir por ahí.
Para terminar, ¿cuáles son los planes de Soy Mario para 2023?
Estoy terminando una nueva grabación que está muy chula. Es la continuación de Ingreso Vital y veremos a dónde nos lleva, porque el plan es terminarlo y ver qué posibilidades hay. De momento, conseguir más conciertos con el acústico y que nos conozca más gente.