

Cuando ven la televisión después de cenar, Pesi siempre le dice a Opti que todo eso de First Dates es un guion, pero Opti piensa que no, que ahí de verdad surge el amor, de hecho piensa en apuntarse. Ya se acerca a la cuarentena y quiere mucho a su hermano, pero le gustaría encontrar a alguien con quien compartir vida, y con quien pagar un alquiler. Y quién sabe, si surge el amor verdadero, compartir una hipoteca de un pisito en Gamonal.
— Opti, ¿escuchas ese ruido?
— ¿Qué ruido?
— Hay una fuga
— ¿Una fuga?
— Sí, de agua. Escúchalo.
— Pues sí que suena algo. Voy a llamar al fontanero.
Hay una fuga, o al menos suena algo. Así que los hermanos Mista esperan al fontanero. Como trabaja de urgencia, no tarda en llegar y ponerse a revisar las cañerías.
— Oye Opti, ¿tú crees que hay fuga de talento en Burgos?
— ¿A qué viene eso ahora?
— No sé, el alcalde ha dicho que para Burgos 2031 hay que hacer planes para retener el talento.
— ¿El talento cultural?
— Supongo, no ves que los jóvenes siempre se tienen que ir fuera.
— ¿Como La M.O.D.A.?
— Claro que está de moda irse fuera. Aquí no hay oportunidades.
— No, la M.O.D.A. el grupo.
— También.
— Pero no están fuera. Lo hacen todo desde aquí, hasta sacaron un disco sobre Burgos.
— Bueno, pues… como otros.
El fontanero irrumpe en la conversación para saber dónde está la llave del agua. Opti le acompaña al rellano donde le deja trasteando mientras regresa para continuar la conversación.
— Pesi, ¿qué otros?
— Muchos. El del circo del otro día, ¿es de Burgos? No. Lo ves, aquí no hay talento.
— No es, pero vive aquí. Es hijo adoptivo.
— Bueno de algún sitio se fue.
— Y vino aquí.
El fontanero entra de nuevo en casa. En su mano derecha, una llave inglesa; colgado del cinturón un trapo lleno de grasa, que para ser fontanero bien podría lavarlo; y apretado entre oreja y sien un cigarrillo a medio fumar. Pero los hermanos Mista están demasiado metidos en la conversación para darse cuenta de esto.
— Opti, si no hay fuga de talento, ¿por qué lo dice el alcalde?
— Porque no estará al día.
— Pero, es el alcalde, sabe de todo.
— De casi todo. Igual nunca tomaron medidas y, claro, si no te pusiste a mirar, no sabes lo que hay. Como cuando bajas al trastero a dejar tu nuevo par de esquís y resulta que ya tenías unos.
— Y ahora tienes dos pares de esquís para no usarlos. Vaya desperdicio.
El fontanero se acerca y se limpia las manos con el trapo, si eso se puede considerar limpiarse.
— Señores, aquí no hay ninguna fuga, solo dejaron el grifo del baño abierto.