El Entierro de la Sardina es una tradición que se celebra en varias ciudades y pueblos de España el Miércoles de Ceniza, el día que marca el final del Carnaval y el inicio de la Cuaresma. En Burgos, esta festividad se lleva a cabo el martes de Carnaval con una procesión que culmina con la quema de una figura de una sardina.
La tradición del Entierro de la Sardina se remonta al siglo XVIII, cuando se pueden encontrar los primeros manuscritos que documentan está celebración. Hay varias teorías del origen de esta fiesta. Una de las más extendidas es que la celebración comenzó durante el reinado de Carlos II, cuando con la llegada de un cargamento de sardina en mal estado mando enterrarlas para evitar que el hedor apestará la ciudad de Madrid.
Por otro lado, hay estudios que hablan de que la tradición tiene que ver con Jerónimo Grimaldi, ministro de Carlos III que fue apodado en la corte como ‘La sardina’ debido a su complexión delgada. En esta teoría, Grimaldi abandonó el Palacio Real en días cercanos a la Cuaresma. Lo que hizo que el pueblo llano se despidiera burlándose de él con una mascarada.
Otras leyendas dicen que el Miércoles de Ceniza se celebraba una merienda en el campo en la que se comía y bebía. Durante la celebración se enterraba un espinazo de cerdo, también llamado ‘sardina’, de esta manera se simbolizaba el fin de consumo de carne.
El entierro de la sardina tiene también su representación pictórica con el cuadro homónimo pintado por Francisco de Goya. La obra representa esta tradición carnavalesca en la que con máscaras y bailes los ciudadanos ponían fin a las fiestas del Carnaval.
Durante el siglo XIX y XX el entierro de la sardina se fue extendiendo a diferentes lugares de España y Latinoamérica y se estableció como una sátira sobre la muerte de la carne y el inicio de la Cuaresma. Así es como llego a Burgos, donde la fiesta se hizo popular rápidamente y se ha mantenido hasta nuestros días.
En la actualidad, la figura de la sardina representa la muerte del Carnaval y la llegada de la Cuaresma, donde se hace un llamado a la reflexión y la penitencia. La procesión de la Sardina en Burgos se realiza cada martes de Carnaval y la figura recorre el centro de la ciudad, acompañada por personas disfrazadas y un séquito de plañideras que lloran la muerte de la sardina. Finalmente, la sardina es quemada en una hoguera, como una forma simbólica de dar fin a la fiesta.
Además, el entierro de la Sardina es una ocasión para que la gente se divierta y disfrute de la música, la comida y las bebidas típicas. En Burgos, es común que los bares y restaurantes de la zona ofrezcan sardina asada para disfrutar en el momento de la quema de la figura y un trago de moscatel tras la misma. De esta manera, se simboliza el final del Carnaval y el comienzo la Cuaresma.
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