

Llevo casi una década siendo vegetariano y durante este tiempo he probado cientos de platos que tratan de simular la textura y el sabor de la carne y el pescado. Aunque cada vez se ha avanzado más en este tema, en mi opinión, hay pocas “imitaciones” de la carne que verdaremante merezcan la pena. Pero, todo cambió cuando conocí la morcilla de Burgos vegana.
No consumo mucho este tipo de alimentos, ya que es complicado que den el pego y muchos de ellos tienen un sabor artificial. Además, para conseguir simular el sabor o la textura de la carne, llevan muchos aditivos y no suelen ser la opción más saludable. Por ello, intento buscar otras alternativas que sean más naturales, aunque requieran más tiempo en la cocina.
Pero, hace poco más de un año, en un día de frío invierno burgalés, caminaba por la calle Santa Clara cuando vi un cartel que decía “Se vende morcilla de Burgos vegana”. Como vegetariano y burgalés, no pude resistirme y tuve que entrar a ver que era este nuevo “invento”.
Era una tienda de esas de toda la vida que venden vino, embutido, carne y conservas. Allí, la dependienta nos explicó que la morcilla vegana se cocinaba exactamente igual que la tradicional, pero que las “tripas”, que son las que le dan la forma de morcilla, eran de plástico y era muy recomendable retirarlas antes de echarla a la sartén.
Salimos de la tienda con la morcilla y, tras sufrir un golpe del típico “fresco” burgalés, decidí que el mejor acompañamiento para la degustación era un buen plato de lentejas. Está feo decirlo, pero las lentejas siempre me salen buenísimas, aunque, a pesar de que le puse todo el esfuerzo y cariño del mundo, aquel día quedaron totalmente opacadas por la morcilla vegana.
Como me indicó la dependienta, quité las falsas tripas de plástico y con un chorrito de aceite la freí en la sartén. Luego, le quité el exceso de grasa con un papel absorbente y, casi sin dejar que se enfriase, me metí uno de los trozos de morcilla en la boca.
Me quede en silencio durante diez segundos. No daba crédito a lo que estaba probando. Solo pude decir un repetitivo: “No puede ser”, mientras mi novia, que me acompañaba en ese momento, me miraba pensando “este se ha vuelto loco”.
No sé si habéis visto Ratatuoille, pero si os acordáis de la película de Pixar, hay una escena en la que el crítico viaja a su infancia al probar uno de los platos de Remy. En aquel momento, llevaba casi diez años sin comer morcilla y, en ese instante, de repente, ya no estaba en mi cocina. Estaba en El Parral comiendo morcilla tirado en el suelo mientras esquivaba las pelusas de los chopos. Estaba en El Morito porque habían venido mis tíos a vernos. Estaba celebrando un cumpleaños lleno de gritos, voces y niños correteando de un lado para otro con las amigas de mi madre.
Aquello que estaba probando era definitivamente morcilla de Burgos, pero vegana. Sabía exactamente igual que la morcilla que había comido de pequeño tantas veces.
Ya había probado otras morcillas veganas en mi vida, pero nunca una como esta. Las otras trataban de simular el sabor y la textura, pero no conseguían acercarse al de la morcilla que yo recordaba. Pero, con esta, a no ser que seas un comedor compulsivo de morcilla, es muy difícil notar la diferencia. Os invito a hacer la prueba.
La que probé ese día y la que suelo comprar yo, es la de Morcillas Tere, y esto no está patrocinado. Además, a día de hoy es uno de los pocos alimentos que simula a los tradicionales con contenido animal que sigo disfrutando en mi dieta. También he probado a hacer con ella tortillas de patatas, revueltos y croquetas, y ahí sí que es imposible que notes la diferencia entre la opción vegana y la tradicional.
Además, el éxito de esta morcilla y el hecho de que cada vez son más los burgaleses que son vegetarianos o veganos, ha hecho que muchos bares y restaurantes ya hayan incluido la morcilla vegana dentro de sus cartas. Aunque, lo más probable, es que pronto empecemos a verla en fiestas como el Curpillos, donde yo creo que será un éxito asegurado.
Y tú, ¿has probado la morcilla de Burgos vegana? ¿Crees que simula el sabor de la morcilla tradicional? Cuéntanoslo en nuestras redes sociales (Instagram, Facebook, Twitter o TikTok). Además, si te ha gustado este artículo, dínoslo para que hablemos más veces sobre gastronomía y productos vegetarianos.